Hace como unos 5 años me llegó el primer mensaje electrónico de este tipo. Mucho antes de saber siquiera lo que era phishing.
Decía algo así como que el difunto señor Bakela, alto funcionario del
banco central de Nigeria, había dejado como herencia una cuenta de
dinero (mal habido supongo), el cual, según el remitente (supuestamente
un abogado de la familia de Bakela), era imposible de recuperar en ese
país debido a las condiciones violentas (guerra civil) que imperaban y
a que el Sr. Bakela era perseguido por el gobierno. En suma, pedían mi
ayuda para transferir unos 20 millones de dólares americanos a mi
cuenta para que después yo los reenviara a otra cuenta en el
extranjero. Por hacerles el "favorcito" yo recibiría el 10% de la
operación, es decir, dos megadólares.
Mi habitual escepticismo me llevó a desechar el mensaje. ¿Por qué diantres me mandaban a mí
esa petición? ¿Qué cosa especial tenía yo para ser "favorecido" con
esta oportunidad? ¿No habría alguien de más confianza? Imaginemos que
el supuesto abogado que me enviaba el mensaje depositase el dinero en
mi cuenta ¿qué le garantizaría que yo cumpliera puntualmente el acuerdo
de reenviar el 90% restante? Es decir, si yo me viese en esa necesidad
reclutaría a un amigo de mucha, muchísima confianza.
Bien, pues
pensé en esta situación por varios meses y finalmente consulté con una
especialista en cuestiones fiscales y legales. Mi duda era si en
realidad en México podría hacerse eso que me proponían, es decir,
recibir esa suma de dinero y transferirla vía electrónica a otro país
en el extranjero, sin que el fisco se enterase (¿Cómo podría justificar
un ingreso de un par de millones de dólares? de seguro el de Nigeria
no me me iba a pedir una factura o recibo de honorarios por mis
servicios ni a darme un recibo por el 90% transferido). Su respuesta
fue que desde ese punto de vista, en efecto, la operación era más que imposible. Esa es la realidad de una situación legal y fiscal en este asunto.
Posteriormente
recibí otros mensajes similares, a razón de uno cada tres meses
aproximadamente; luego se intensificaron y comenzaron a llegar varios
al mes. Actualmente me llegan dos o tres diarios, claro, no del mismo
Sr. Bakela sino de otros fraudulentos clones. Todos los borré y sólo
mantuve un par de ellos en el buzón.
¿Cual es el truco?
La clave de este engaño está en que la persona que recibe el mensaje cree en la tentadora oportunidad. Cuando eso sucede se pone en contacto con estos supuestos representantes nigerianos,
acepta sus condiciones, y proporciona sus datos personales, los que son
corroborados mediante llamadas telefónicas, que pretenden darle
seriedad al asunto. Ahí ya existe un riesgo grande al comunicar datos
personales a gente desconocida.
Posteriormente hay dos versiones: una consiste en que los nigerianos comienzan
a pedir algunos documentos firmados, los cuales deben ser tramitados en
Nigeria, lo cual tiene un costo algo elevado, digamos mil dólares. Los
remitentes declaran que no tienen dinero, por lo que la víctima debe
depositar esa cantidad (total, si va a ser millonario, que importan
esos cuantos miles). Estas solicitudes pueden repetirse por varias
veces, de acuerdo a como se deje el cliente (versión en inglés acá).
Después suspenden toda comunicación. Para este entonces es probable que
a la víctima le hayan birlado entre 1,000 y 5,000 dólares. La otra
versión consiste en que solicitan los datos de la cuenta destino, e
incluso los passwords y claves para realizar ellos mismos la
transferencia. Si la víctima usa esa cuenta para sus operaciones
normales, estará en manos de los estafadores.
Por mala fortuna
no tengo evidencias de esta última versión, y sólo la conozco de oídas.
Si en verdad esto ha sucedido, lo único que queda es la lógica del
engaño. Sin embargo un ejemplo típico (aunque no nigeriano) de este
tipo de mensajes puede verse acá. El que más me llegó a mi buzón fue el de un tal Barrister Jon Aristide, y aunque borré todos sus mensajes, pude reconocer su nombre en el sitio Scams.net. El mensaje puede verse acá.
En
el medio, este tipo de engaños es conocido como "trampa 419" pues de
tanto llevarse a cabo, en Nigeria salió una ley con ese número, la cual
sanciona estos engaños fraudulentos.
¡Lotería!
Lo que ha seguido sucediendo es la llegada (diaria, y hasta con tres repeticiones) a mi cuenta de correo de
otro tipo de mensajes, en los que supuestamente me notifican de haber
sido ganador de la lotería irlandesa, la británica, la japonesa y de
cuanta nacionalidad exista. Y yo me pregunto ¿Cómo chingüengües me he ganado tanto pinche dinero SIN haber comprado un sólo puto billetito de esas loterías puñeteras, celebradas en casa del carajo?
Haciendo
cuentas someras, a estas alturas debería tener en mi poder unos tres
mil millones de euros. ¿De dónde demonios sacan tanto dinero para regalármelo
así por que sí? Este par de preguntas me han llevado a entender que si
tanto insisten en seguir enviando esos mensajes es que de seguro habrá
algunos avariciosos (e ilusos) que se la creen. Este tipo de engaños también están documentados y pueden verse acá.
Al
igual que los engaños 419, éstos se basan en lo mismo, credulidad y
avaricia en las víctimas. La manera de realizar el engaño también es
similar, pues el contacto pide toda clase de depósitos para "liberar"
el premio. Ejemplos muy recientes de estos mensajes pueden verse aquí, y aquí.
¿Cómo prevenir este tipo de engaños peligrosos?
El consejo es básico es usar escepticismo y el pensamiento crítico. Quizás abandonar la avaricia como
motor de la credulidad, pues aunque pareciera fácil embolsarse unos
millones a través de estas tentadoras ofertas, la verdad es que es más
seguro pensar que sólo son engaños. Para ponerlos al descubierto
sugiero preguntar a algún abogado o contador antes de responder a estos
mensajes, además de tener una actitud escéptica y aplicar el
pensamiento crítico cuando nos encontramos frente a esta situación.
Hay
que recordar que la realidad no se tuerce ante nuestras ilusiones en
forma milagrosa, sino sólo ante el esfuerzo constante que proporciona
logros, pequeños a veces pero en fila segura.
De acuerdo con What's the Harm?, se tienen 1,510 casos de personas que fueron engañadas sólo con los mensajes "nigerianos". Resulta triste el caso de una abuela de New Jersey
que invirtió sus ahorros tratando de obtener un premio de la lotería de
Jamaica, prometido a través de este tipo de mensajes. Al no lograr su
objetivo, se suicidó.
Más información sobre phishing bancario acá.