El auténtico problema no es si las máquinas piensan, sino si lo hacen los hombres.
Frederic Burrhus Skinner
Parece coincidencia, pero lo es. Acabo de escribir una entrada sobre el mito de los chemtrails, y el mismo día se publica un artículo en TIME sobre los horrores causados por lo que se podría calificar como una auténtica estela química de destrucción: El Agente Naranja.
Sinceramente este tipo de notas, investigaciones, registros de hechos y documentación precisa, es lo que esperaría de los terroristas informáticos que nos cuentan sobre los actuales chemtrails para confiar en la veracidad de sus afirmaciones. Siento pena por la gente que lee sus amarillistas notas y les cree.
Por esta razón es que en este espacio se trata de desmitificar, con ejemplos reales y documentados, los cuentos sobre chemtrails y conspiraciones mundiales de exterminio masivo. Este es uno de esos ejemplos.
Agente Naranja
El Agente Naranja es una mezcla de dos herbicidas hormonales: el 2,4-D y el 2,4,5-T. Fue usado como defoliante por el ejército estadounidense en la Guerra de Vietnam. Ambos constituyentes del Agente Naranja tuvieron uso en la agricultura, principalmente el 2,4-D vendido actualmente en productos como el navigate. Desde 1961 hasta 1971 Estados Unidos roció Vietnam con agente naranja, para defoliar los árboles y así eliminar la cobertura de espesa vegetación que servía a los norvietnamitas como pantalla para ocultarse.
Por cuestiones de negligencia y prisa por su utilización, durante la Guerra de Vietnam, fue producido con una purificación inadecuada, presentando contenidos elevados de un subproducto cancerígeno de la síntesis del 2,4,5-T: la dioxina tetraclorodibenzodioxina. Este residuo no se encuentra normalmente en los productos comerciales que incluyen estos dos ingredientes, pero marcó para siempre el nombre del Agente Naranja, cuyo uso dejó terribles secuelas en la población de aquel país y en los propios soldados estadounidenses: las secuelas se notan principalmente en los descendientes de los sujetos expuestos, que tienen grandes probabilidades de sufrir malformaciones. La dioxina es uno de los elementos químicos más peligrosos conocidos por el ser humano. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que es cancerígeno (causa cánceres) y la Academia Estadounidense de Medicina ha reconocido que es teratógeno (causa defectos de nacimiento).
Entre 2,500,000 y 4,800,000 personas fueron expuestas al agente naranja. Fueron fumigados 1,400 millones de hectáreas de tierra y de bosques (aproximadamente el 12% de la superficie de Vietnam). Fuente: Wikipedia.
El artículo de Time nos revela que aun treinta años después de la guerra de Vietnam, los efectos del uso indiscriminado de este herbicida obliga a los inspectores a usar ropa anticontamninación durante los recorridos que realizan a los sitios donde se almacenó, mezcló y distribuyó esta mezcla letal: las bases norteamericanas desde las que partían los aviones fumigadores hacia la selva vietnamita.
Los residuos de Agente Naranja siguen siendo tan tóxicos que estos pedazos de tierra son considerados unas de las ubicaciones más contaminadas en el país. Un estudio reciente indica que incluso tres décadas después de que terminó la guerra, la dioxina cancerígena se encuentra en niveles 300 a 400 veces superiores a lo que se considera seguro.
Después de años de reuniones, firmas y fotografías, los EE.UU. celebraron otra ceremonia en Vietnam el 16 de diciembre pasado para firmar otro memorando de entendimiento como parte del esfuerzo continuo para gestionar el oscuro legado del Agente Naranja. Sin embargo, se ha hecho poco para limpiar las zonas más contaminadas. Desde 2007, el Congreso de los EE. UU. ha asignado un total de 6 millones de dólares para ayudar a abordar las cuestiones del agente naranja en Vietnam.
Aquí algunas imágenes impactantes de los efectos de la exposición a este químico:
Fuente: TIME y Wikipedia.
Comparación
Las comparaciones son odiosas, en especial cuando se trata de los efectos nocivos en la salud y en la vida de los seres humanos. Pero este es el punto de la entrada: No hay comparación entre los supuestos efectos causados por los chemtrails, con los efectos causados por una campaña de guerra. Si bien el objetivo inicial NO era rociar a los vietnamitas con químicos cancerígenos, sino solamente eliminar la vegetación, la negligencia y la falta de respeto de los militares y contratistas gringos causaron una catástrofe sanitaria entre los vietnamitas y entre los propios soldados norteamericanos.
Tampoco hay comparación entre los momentos históricos que provocaron esta barbarie y los actuales. Había una guerra, injusta como la mayor parte de las guerras. Había una intención clara de acabar con el enemigo. Suponer que actualmente hay una conspiración mundial para acabar con la raza humana (o al menos para diezmarla) es poco menos que ridículo, tomando en consideración las diferencias entre ambos casos.
Los supuestos que proponen los conspiranóicos, que atribuyen características dantescas a las estelas de vapor dejadas por aviones a reacción, se vienen abajo cuando se les compara con las auténticas estelas de destrucción como las mostradas. Puede observarse en la imagen de entrada la altura en la que los aviones soltaban su carga de Agente Naranja sobre Vietnam. Puede consultarse en fuentes serias y confiables la relación entre las dioxinas y los efectos en la salud. Puede encontrarse una colección numerosa de fotos y material que pone en evidencia el horror que viven los vietnamitas expuestos a este Agente Naranja.
Insisto, no hay comparación posible.
Los casos basados en mentiras y engaños mostrados por este (por fortuna) pequeño grupo de terroristas informáticos son cada vez más numerosos. Sólo la aplicación de un poco de escepticismo puede librar a los lectores de la feroz red de mentiras de estos modernos y comodinos desinformadores.