Para
marcar el inicio de una nueva vuelta alrededor del sol, de acuerdo con
el calendario oficial, me complace plantear unas preguntillas (y
respuestillas) que rondan en mi mente cuando leo las afirmaciones de
aquellos que pretenden hacer o saber de ciencia y que no hacen un
verdadero trabajo científico.
Estas preguntas tienen que ver con
los motivos de estas personas, que siempre me llenan de incertidumbre.
La pregunta básica es ¿qué motiva a un charlatán a afirmar ciertas
cosas que al usar un poco de escepticismo y pensamiento crítico se
descubre que no son ciertas? Desde mi punto de vista puede haber dos
motivos: la ignorancia o el conocimiento.
De estas dos
respuestas surgen otras dos preguntas: Si es la ignorancia ¿Es el
charlatán ignorante a tal grado que no sabe que lo que afirma es falso?
o la alternativa que se deriva del conocimiento ¿Es el charlatán lo
suficientemente letrado para saber que lo que afirma es mentira?
Lo
que he visto en mis constantes viajes por el ciberespacio (y el espacio
real también) es que hay charlatanes de los dos tipos: los que en
verdad no saben que NO SABEN y los que saben que saben pero que les
conviene que los demás sean ignorantes.
Los que no saben que NO SABEN.
En
esta clase la motivación puede ser variada. He sabido de personas que
obligan a su pensamiento a abrazar dogmas de todo tipo: religiosos,
filosóficos, políticos, etc. Están convencidos de que sus afirmaciones
son la pura verdad e ignoran otras alternativas. Para ellos la
motivación es la ignorancia, sin saber que se trata de ignorancia.
Cuando se está convencido en un 100% de que lo que se sabe es lo único
que puede haber, entonces no hay lugar para dudas o nuevas ideas; se
excluye de manera sistemática el análisis de nuevas evidencias (o para
el caso, de cualquier evidencia). Se confía ciegamente en las palabras
de otras personas y el convencimiento se adquiere por adoctrinamiento.
En
Ahuramazdah se han publicado cometarios sobre ejemplos de doloroso
recuerdo, como el incidente de los 20 niños encerrados porque un pastor
dijo que estaban poseídos, y el incidente de Jonestown.
Las víctimas de estas tragedias de seguro creían al 100% en lo que se
les decía. Y quienes defendieron estas ideas, en su tiempo, de seguro
ignoraban que había otras alternativas al sufimiento.
Otros ejemplos con resultados menos trágicos se pueden encontrar entre la gente que ciega e ingenuamente cree que ha viajado en naves alienígenas y que tiene la receta de la invisibilidad. Pienso que la ignorancia de su propia ignorancia les hace afirmar tales cosas.
Los que saben que saben, pero que deliberadamente faltan a la verdad.
Aquí
encontramos a quienes tienen una formación más o menos decente en
ciencias o ingeniería (o incluso en ciencias sociales) y que a veces
atinan a tener ideas interesantes sobre cuestiones científicas o
tecnológicas. Su motivación, pienso, se encuentra en la envidia de los
logros científicos y tecnológicos (que aportan los pilares de nuestra
sociedad tecnológica actual), y de los presupuestos que se asignan para
estas actividades.
Me he encontrado con gente que afirma que puede sacar energía de la nada (como el buen Tom Bearden) o que desarrollan la nueva Física Teórica Unificada (como Francisco Moreno Meco, de la Fundación Cónido de Madrid).
Después
de leer lo que estos personajes afirman uno puede darse cuenta de que
tienen un conocimiento bastante claro de la realidad, pero que desean
que sus ideas (que se oponen a esta realidad) sean financiadas de una u
otra forma. Entre sus argumentos se encuentran la siempre fácil crítica
a la supuesta ciencia oficial, o a las religiones
(que apoyan a la ciencia, o viceversa, lo que esto signifique). Pero
dificilmente uno puede encontrar algo más que discursos filosóficos que
avalan sus ideas.
Lo que da al traste con sus argumentaciones es
la falta de evidencias que apoyen sus peticiones de fondos. Tom Bearden
ofrece planos para construir motores que proporcionan más energía que
la que consumen, pero no ha mostrado jamás uno de estos implementos que
al cerrar el ciclo (motor->generador->motor) continúe
funcionando. Moreno Meco ofrece una explicación de cómo las estrellas no generan sino "almacenan" energía y publica cosas como que la fusión nuclear no existe,
después de que la carrera armamentista (basada en la fabricación y
prueba de bombas termonucleares) entre gringos y soviéticos tuvo al
mundo en ascuas por más de 10 años.
Por si fuera poco, en lo
personal me tocó ser testigo de algunos experimentos de fusión nuclear
pulsada en la institución para la que trabajé en mis inicios
profesionales. Si bien es cierto que aun no es posible tener una
reacción de fusión controlada y mantenida un tiempo suficiente como
para aprovecharla, Moreno Meco no tiene ni siquiera un pequeño
resultado al respecto que mostrar... excepto uno de sus libros que
vende en línea (sorry folks, no free ads here).
Un detalle más sobre Moreno Meco. También le hace al biólogo genetista, y al teólogo y se suelta escribiendo cosas sobre la evolución del ADN, o sobre la demostración científica de la existencia de dios.
Tanta sapiencia sobre temas tan disímiles en una sola persona, me hace
dudar. No lo hace tan mal, ciertamente sabe escribir en forma fluida.
Pero mi adivinanza es que sabe perfectamente que lo que escribe es
falso y sólo busca convencer a incautos.
Así que la fe ciega o
el afán resentido de lucro pueden ser las motivaciones de estos
charlatanes. ¿Cómo descubrirlos? Haciendo una búsqueda en google de sus
temas controvertidos. De seguro habrá opiniones en pro y en contra.
Ejerciendo un poco de escepticismo y abandonando la flojera científica
serán actitudes suficientes para encontrar la falsedad (o veracidad) de
las afirmaciones en ambos bandos.
Más información con opiniones sobre Moreno Meco:
http://jaja.blogs.uv.es/2008/12/15/estreno-categoria/
http://blogs.que.es/burdamentira/2008/11/4/la-verdad-la-fundacion-conido
Y sobre Tom Bearden tenemos esto:
http://www.csicop.org/si/2007-01/fringe.html
http://www.nationmaster.com/encyclopedia/Tom-Bearden
Imagen: Perpetuum mobile, villard de honnecourt, tomada desde wikipedia.
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